Monday, November 09, 2009

!I Love my Segafredo Zanetti Style!

Republica Dominicana es sin lugar a dudas uno país ideal para la fusión gastronomita. A lo largo de su historia, la creatividad del arte culinario nacional se ha visto en la necesidad de abrir sus puertas a nuevas opciones de la cocina internacional. En esta edición no hablare de platos típicos como la bandera (arroz, habichuela y carne guisada) o del sancocho y otras delicias tradicionales de nuestra mesa. No se cuantas de las personas que lean este articulo, han probado la suerte de toparse o encontrarse por cosas del destino con uno de esos lugares por los que a lo mejor muchas veces hemos pasado y nunca le prestamos atención, pero que luego de ser descubierto por nuestros sentidos, no queremos dejar de visitarlo nunca. ¡A mi me paso!.....

Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que fui al Café Segafredo de Santo Domingo. Anteriormente y casi todos los sábados, nos reuníamos yo y todos mis amigos en un café cubano al inicio de la calle El Conde, en una de esas reuniones mi cuñada Elaine Paulino llevo a su perrito Pepe, un chiguagua que a penas se notaba de tan pequeño que era. La cosa es que en ese café cubano no se permitían mascotas (aun estando sentados en la vía peatonal) todos disgustados por el acontecimiento decidimos caminar unos metros mas a delate y para nuestra sorpresa nos encontramos con aquel lugar tan maravilloso, con carpas blancas, una cama en plena calle y una música longe que ambientaba todo el lugar.

Era como estar en unos de esos callejones europeos llenos de olores en los que se mezclan el café, el aroma de pizza horneada y el olor a cigarrillo. Nos acercamos hacia una de las chicas que estaba en la puerta vestida con un sastre negro, bien peinada y maquillada para la hora (asumía yo, que era la Maitre del restaurante) le conté lo que nos había pasado y le pregunte si no molestaríamos con nuestra mascota allí sentados a lo que ella muy cortésmente respondió “No para nada, los dueños de este café son italianos y ellos les encantan las mascotas, de hecho, de vez en cuando lo traen aquí. Pasen siéntanse cómodos y disfruten de Segafredo” esas palabras fueron necesarias para yo darme cuenta que nos encontrábamos en un lugar ameno, relajado y con buen gusto.

A raíz de este gesto tan cortes, inmediatamente puse a este café - restaurante dentro de mi lista de favoritos en la Rep. Dom. A todo esto debo sumarle que tienen la ventaja de poseer un servicio personalizado a tal punto que su propietaria Valentina Papagni y su gerente general Luca Rossoni hacen que cada persona que este allí la pase de maravilla. Son dos palabras que definen con absoluta precisión el ambiente que reina en Segafredo: la amabilidad y el estilo clásico a tiempo, dan al acto de sentarse en una de sus mesas un toque especial. Según me comento su propietaria Valentina Papagni, Segafredo más que una idea fue un reto personal de su familia. Ya que “La marca segafredo no era conocida en el país y era difícil competir con otros café ya establecidos”. Aun así, decidieron arriesgarse y 4 años después de su llega a la Republica Dominicana se ha expandido por todas partes.

Para los que no estén al tanto sobre Segafredo, detrás de este producto hay un fundador y creador su nombre Massimo Zanetti, uno de los hombres mas respetados en el área empresarial en cuanto a café espresso italiano se refiere. Segafredo Zanetti Espresso es el corazón de la cultura del café expreso all'Italiana y representa la máxima experiencia de café. Hoy día el sueño de expandir este café por todo el mundo, parece estar logrando su objetivo. Hay prácticamente un Segafredo en las principales ciudades del mundo (Santiago de Chile, Buenos Aires (Argentina), Barcelona (España), Ámsterdam (Holanda), Paris (Francia), Madrid (España), Miami (Florida), Montreal (Canadá) solo por citar algunas) o al menos su distribución por bares y restaurantes así lo demuestran “La idea para Santo Domingo, era la de mezclar la cultura europea de un barcito que cambiara según las oras del día y que fuera conjuntamente de la mano con la cultura dominicana. Que no solo fuera tomarse un café, si no más bien, que viniera acompañado con el arte de pasarla bien. Un lugar diferente que saliera de lo normal y en donde las personas de diferentes culturas, gustos y profesiones se reunieran y disfrutaran cada quien al estilo segafredo” así lo describe Valentina.

Y del mismo modo como lo conceptualizaron se ha mantenido. Es un lugar de referencia y punto de reunión, y basta con encontrarse con empresarios, artistas, comunicadores de televisión, diseñadores, creativos de publicitarias y top model internacionales como los dominicanos Rene Rodríguez y Arlenis Sosa que lo frecuentan siempre que sus agendas se lo permita. No es de extrañarme que a cada país del mundo que voy encuentre un Café Segafredo, son más de 50 millones de tacitas que se beben cada día alrededor del mundo. WAOOOO!!!....

Pero si hay algo que en la actualidad hace de Segafredo un lugar especial es el hecho de su establecimiento. Segafredo esta situado en un oasis de naturaleza visual en medio de una ciudad que no se caracteriza precisamente por sus edificaciones modernas si no por la historia cultural de los años coloniales. Actualmente se encuentra en una casa que fue utilizada por una familia y que data de 1800. Aun se mantiene en varios espacios del lugar un poco de aquellos tiempos antiguos pero al trasportarnos por su entrada principal podemos apreciar su contemporaneidad en toda su decoración con toques modernos.

El espíritu de Segafredo podría resumirse justamente en esa combinación: belleza armónica y aire puro. No es fácil permanecer indiferente cuando uno aprecia, por ejemplo, que las paredes están forradas con fotografías a gran escala de una modelo tomando café (Segafredo por supuesto) con mucha elegancia y siempre manteniendo la consistencia de los colores de Segafredo Zanetti Espresso que son el rojo, negro y blanco. Estos colores se usan para los muebles y la decoración. Incluso las tazas, los ceniceros y hasta los menús tienen la misma apariencia.

Y por supuesto como no podía ser menos debemos adentrarnos en su cocina ya que dice un antiguo refrán “COMER ES UN PLACER” y la cocina de Segafredo lo cumple a carta cabal. Aquí conviven tanto los sabores tradicionales 100% Italiano como las últimas tendencias de la cocina contemporánea. El Café / Restaurante Segafredo ha ido posicionándose hasta alcanzar un sitial de importancia en el panorama culinario de la Republica Dominicana. Es imposible no dejarse seducir por los más de 50 platos que encuentras en su menú, entre ellos, 12 tipos de pizza, 12 de pasta (pasta fresca realizada por su chef como ravioli, gnocchi o lasagna y pasta dura como penne o spaghetti) y otros 30 diferentes platos fuertes y por supuesto las entradas (no pueden dejar de probar los calamares fritos, se los recomiendo), 8 ensaladas frescas al mejor estilo italiano ¡LAS ADORO TODAS!, panini y postres.

“La idea es presentar la cultura y tradición gastronómica italiana con platos simples, livianos pero deliciosos para poder compartir con los amigos” agrega Valentina. Pero, por supuesto, no hay nada mejor que cerrar una comida que con un postre. Aquí es cuando te das cuenta que ingresas a un mundo de fantasía y delicadeza, representado por cualquiera de las 5 variedades de postre que ofrecen, delicias como el famoso y aclamado “Tiramisu” (el mas solicitado por los comensales) y que decir del “Mouse de Chocolate blaco y negro” el “Crepes de Nutella” o el helado de la casa ¡ESTOS SI QUE SON UNAS DELICIAS!...

Detrás de las maravillas culinarias que les menciono y, como en los mejores cuentos, hay naturalmente un duende. El responsable de todos estos deliciosos platos es el chef dominicano Santo Fermín quien esta en el puesto desde la creación de Segafredo en Santo Domingo, este tiempo le ha servido para dar al restaurante un rasgo que lo distingue de cualquier otro restaurante italiano en el país y que además cuenta con la supervisión del chef ejecutivo de Café Milano Maurizio Reciputi su sola visión es una muestra viva de lo que es la calidad. Ellos han logrado juntos un delicado equilibrio que esta en capacidad de satisfacer tanto al paladar local como al extranjero. Fermín lidera un equipo de 12 personas para dar vida, cada día, a las maravillas de Segafredo. Y luego de comer unos tragos, para iniciar pidan un Invisible” ¡ES RIQUISIMO!... se acordaran de mi (claro eso solo si se toman uno solo, después no me digan que soy el responsable ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja)….

Con el éxito alcanzado del café espresso Segafredo y el restaurante completo a diario, el 22 de agosto del 2008 deciden expandirse aun más y es entonces que sus propietarios compran el local en el que antes estaba la casa de la moda justo enfrente del primer local de Segafredo, una casa que data de 1540 según historiadores nacionales y que era la casa en donde se hacían las primeras moneda de nuestro país. Allí surge el concepto “The Bed” un Segafredo mas moderno, ambientado bajo un formato mas lounge y DJ’S en vivo los fines de semanas y esto fue ideado por Gianni Papagni (padre de Valentina) su interior es audaz e imaginativo con el blanco como protagonista indiscutible que le otorga esa sensación de pureza y confort tan apetecible, aderezado con una estudiada iluminación roja para dar el suficiente toque de color a tan maravilloso ambiente. Aun con todos los cambios, Segafredo ha seguido bajo la misión que lo ha caracterizado en todo el mundo, el de difundir el buen gusto, la cultura y la preparación del verdadero Espresso Italiano.


La idea de toda expansión y remodelación será siempre la misma: propiciar momentos inolvidables para los álbumes de fotos de las futuras generaciones. De igual modo este pasado 31 de agosto (2009) y gracias al éxito y la aceptación que ha obtenido en el país, abrió sus puertas en el aeropuerto de Punta Cana (diría que el tercer Segafredo en el país si incluimos The Bed) Guiados por la idea básica de Segafredo Zanetti Espresso de ofrecer una relación entre la perfecta preparación de café y el estilo de vida italiano.

No suelo comer mucho fuera de casa, pero cuando lo hago trato de buscar no solo buena comida sino también, un ambiente amable y sin estrés, creo que esto fue lo que me engancho de Segafredo, un sabor inigualable con recetas e ingredientes netamente exportados desde Italia. Otro aspecto, que me enamoro de este lugar fue su fachada principal, por ejemplo, se puede apreciar la magnifica terraza llena de sombrillas blancas y basta solo con caminar a paso lento o sentarse a ver la tarde caer desde allí para que puedan sentir, vivir y disfrutar todo lo que les estoy contando.

Segafredo es para mi algo más que un lugar lleno de platos exquisitos, allí sentado en las sillas de la terraza he conversado con mis amigos sobre la vida, de la cantidad de trabajo y de la falta del, de los aciertos y desatinos del amor, es un lugar que se ha convertido en parte de mi vida, ya que tengo multitudes de anécdotas que se han convirtiendo en historias que quedaran marcadas para siempre en el libro de mi vida.

Segafredo es el marco ideal para sentarse a una mesa con total libertad. Es un restaurante, bar y café entrañable por todos los recuerdos que encierra y espero siga encerrando en mi vida. Allí me he reencontrado con conocidos de otros tiempos, he conocido nuevos amigos, he brindado con vinos, vodka, refrescos y mis favoritos los invisibles por todos mis logros y proyectos, he salido riéndome de mi mismo.

Hoy y desde ya hace 4 años que conocí Segafredo prácticamente de casualidad y fue esa casualidad que quiso que, desde ese momento, se convirtiera en el centro de reunión con mis mejores amigos y un espacio en el que han surgido muchas de mis más importantes ideas de diseño. Segafredo tiene la marca de esos lugares que perdurara por mucho tiempo. Hasta nuestro próximo bocado, éxitos y bendiciones.