COMER… Un verano inolvidable en Milán, Italia… (4ta. Parte)
Comer, comer, comer… Waooo… que ejemplo di en este viaje… Todo lo que no había comido durante los meses de febrero, enero, marzo, abril, mayo y junio me lo comí en un el mes de julio ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... y quien se resiste a las delicias culinarias de la cocina Italia. NADIEEEE… Dieta jamás ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Los dos primeros días me mantuve firme y seguía con mi dieta rigurosa, pero al ver en aquellos restaurantes a cada una de las personas con las que almorzaba sus caras llenas de alegría y gozo al disfrutar tantos manjares, sabores y olores no pude resistirme.
Tire la toalla y llame a mi doctor Flavio Soto ¡Doctor, lo siento mucho, no quiero sentirme mal por todo lo que ha hecho por mi cuerpo, al contrario se lo agradezco, ahora estoy en Milán y pienso comer todo lo que a mi paladar llame la atención! El doctor me respondió ¡José, pensé que lo estabas haciendo, claro que si, hazlo, disfruta la comida que ya luego resolvemos aquí!.... LUZ VERDE ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…
Lo 1ro. Que comí en pecado mortal fue una pizza margarita a escasos metros del edificio de Marangoni, en el restaurante “Café’ Noir” en donde además nos dejaban los platos a mitad de precio por ser estudiantes ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.. Pero volviendo a la pizza… WAOOO… Padre Celestial… aquella masa fina junto aquel verdadero queso mozzarella derritiéndose en mi boca y sentir el chorro de tomate natural que se desvanecía suavemente por mis labios fue una experiencia orgásmica, era como cuando haces algo de lo que te sientes felizmente orgulloso y sabes que hiciste lo correcto.
Luego de esta pizza el problema era parar de comer en los días venideros. Esto fue solo la puerta semi-abierta a un maravilloso y delicioso mundo gastronomico que me esperaba. A COMER SE HA DICHO!!!... ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja...
Una de las historias que más disfruto contar y una de mis experiencia gastronomica mas divertidas en Milán fue la del 1er. Domingo (ósea la 1ra. Semana) cuando mi amiga MsFlerida me invito junto a su amigo italiano Luca a un picnic en el Parque Solari.
Este día invite a mi compañero de apartamento Rushabh a comer con nosotros (recuerdan que el es de la India) ese día el picnic era de pizza, vino y helados NADA DE LO QUE EL PODIA COME… Pero de igual modo fuimos a la pizzería más cercana le pedimos una pizza margarita, que era lo único que prácticamente podía comer y QUE LA MASA NO TUVIERA HUEVO…
eso si que fue complicado, porque el señor de la pizzería hasta se ofendió ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…
Este día MsFlerida me presento a Freschello quede impactado a primera vista. No sabía si era su tono blanco, su cuerpo sudoroso o mejor aun, cuando pude sentirlo en los labios que me enamore. Pero para ser sincero, la verdad es que lo que mas me gusto era que costaba 99centavos de €uros, QUE VINOOOOO MAS BUENO Y SUAVE… ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... Mal pensados... ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…
Fue un día lleno de calor, pizza hasta el tope y unas cuantas botellas del amor de mi vida Freschello ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja...
Ha la cocina italiana definitivamente hay que sacarle su plato a parte, es rica en sabores y combinaciones. No solo se trata de pasta, raviolis, tortellini etc. hay mucho mas que conocer. Otra de mis debilidades fue la Piadina.
Una vez mas mi guía tour de las fiestas ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja MsFlerida tuvo el honor de pedir una de estas en mi nombre, recuerdo la combinación “Piadina al olio di tartufo e prosciutto crudo di parma con ruccula e brie” fuimos a un lugar espectacular en la zona de Navigli llamado Capetown Café otros de mis lugares predilectos de Milán.
No solo por la excelente Piadina, si no también por el ambiente agradable, sencillamente casual, el servicio es amable y todos son muy atentos y en especial estas dos chicas que trabajan allí y que pueden ver en la imágenes, encantadoras y muy simpáticas.
Yo me persigne y le pedí a Papa Dios que le diera una bendición especial a la persona que preparaba tan magistral Piadina. Y a pesar de que suele ser el pan nuestro de cada día, este manjar se convirtió en uno de mis favoritos de siempre… WAOOOO... que sabor, que color, aquella masa de trigo y aceite de oliva (por supuesto) me hicieron perder la educación y llevarme en mas de una ocasión los dedos chorreados de aceite a ser lamidos una y otra vez.
José, I was told about a restaurant that you eat well, Want to come with me after class?.... !Pero claro vamos! Le respondí a mi amiga Luiza y agregue !I have two weeks here and I have eaten pasta!... Ya había comido pasta en un restaurante turístico en la plaza Duomo pero realmente no la verdadera, rica y exquisita pasta y estaba detrás de eso…
15 minutos depuse estábamos Luiza y yo caminando por la avenida Corso Monforte hasta que por fin dimos con el restáurate Valentino Vintage (un lugar acogedor, agradable, con pocas mesas y las paredes repletas de portarretratos con ilustraciones de moda antiguas y una que otra foto original del actor al que se le daba el nombre el restaurante, me recuerda a algún bistro en París).
Dicen los mismos locales italianos que son muy pocos los restaurantes del centro de Milán que ofrezcan calidad y buen servicio por un precio razonable. Valentino Vintage es por supuesto uno de esos lugares que se deben visitar. Yo estaba dundo del hambre que tenia, y como mi paladar quería pasta fui directo a esa parte del menú. Mis ojos se deslumbraron al leer aquel manjar Orecchiette e la Tartare, todo estaba en su punto, el tomate perfectamente cortado, el queso ni más ni menos, y aquel sabor del aceite de oliva AYYYY PADRE…. Gracias Papa Dios por estos privilegios. La comida definitivamente fue una de las mejores que había tenido en Italia y por tan solo 38 euros tomamos vino y comimos delicioso. ¡Tutto molto bene molto bello l'ambiente!... (Volví al día siguiente ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja)
Ha, por cierto muy importante y no puedo dejar de decirlo, el helado se convirtió en mi adición. En todas las pausas de clase el mas bello “Yo mismo” ja, ja, ja, ja, ja… Me iba por un gelato de chocolate casi diario Flavio no me mates, ja, ja, ja, ja, ja… Pero esa era mi única tentación y ya que no podía comprar porque era un estudiante, un heladito al día ahogaba mis penas de Dsquared, Ford, Gucci o D&G. ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja..
Y para cerrar este capitulo culinario en mi verano en Milán, no puedo dejar de hablar de uno de los lugares más hermosos, espectacular en el que estuve. Se trata de 10 Corso Como.
Este restaurante, tienda, museo y librería es simplemente un concepto espectacular. Esta ubicado en la calle del mismo nombre, es una tienda con todas las novedades en cuanto a música, libros, moda y diseño...
En el interior y en medio de hiedras y otros tipos de árboles y flores se encuentra el café en donde mi amiga Luiza (si la misma brasileña, mi pana full ji, ji, ji, ji, ji, ji) quedamos para hacer un brunch pero de ensalada capresa con aguacate.
Lo 1ro. Que llamo mi atención fue la presentación de la comida, aquel plato blanco descomunal con esos tomates alrededor de aquella bola gigante de queso mozzarella acompañado de tajadas de aguacates verdes y el punto culminante un baño de aceite de oliva HOOOOO!!!..
Señor que es esto, ósea eso era descomunal los colores eran sorprendentes, te incitaban a que ni pensaras en no comer. ¡Extremely stylish...! Very cool, minimal-chic!...
Este es uno de los lugares que no pueden dejar de visitar en Milán...
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